Suiza dia 7

17 de Julio de 2009

Son las 5:00 de la mañana y no para de llover, parece que aprieta, los rayos y los truenos los veo y oigo resonar a nuestro alrededor.

Son las 9:00, suena el despertador, soñaba con los campamentos de verano de la unión excursionista, el ultimo en Neouville, parece que ya no llueve, así que es el momento de levantarse y dirijirse a los lavabos, a la vuelta diambulo por el camping, hasta que los truenos vuelven a hacer aparición, vuelve a llover con intensidad.

12:53, no para de llover, en el pequeño recinto en el cual podemos ver la tele (en todos los idiomas menos ingles, catalán o castellano), repasamos imágenes, ordenamos fotos, escribimos, a todo esto en la TV aparecen imágenes de la ciudad cercana de Lugano, inundaciones, agua y más agua, empiezo a entender como esta región puede estar constantemente de color verde, con árboles frondosos y ríos abundantes, agua por doquier, agua y más agua.

Acabamos de ver la meteo Francesa “La previsión, es lluvia y más lluvia, el Sábado hasta el mediodía lluvia y a partir del mediodía nublado y sol”, con lo que tarda en secarse todo aquí me parece que hasta el Domingo 19 no podremos escalar.

Son las 17:37, paramos a tomar un café con leche en el pequeño Bar, conexión Internet (30 min 1’50 Fr S), supermercado, sala de lectura.

Aparentemente este pseudo-capuchino bien presentado, nos hace por un momento disfrutar de comodidades, una vez desaparecido, esa espumita con cacao en polvo que lleva por encima, volvemos a la realidad y descubrimos que lo que hay dentro de la envoltura no vale nada, más bien es agua coloreada, bueno si que vale 3 Fr S el café, probamos suerte con Internet, Richard (le llamamos nosotros, se llama Peter) nos ofrece media hora, parece ser que a medio camping se le ha contagiado una especie de virus por mirar Internet y ver el tiempo, uffff, mientras escribo esta líneas, y dos de nuestros compañeros de viaje intentan secar las fundas de los crash-pads, empieza a apretar y otra vez el gran diluvio hace aparición.

Mientras los campistas no pueden conectarse a Internet, porque debido a la tormenta el Wi-Fi ha dejado de funcionar, los propietarios, Richard, Piraña y familia, gozan de esta conexión en estos momentos tan deseada, al resto de los usuarios amablemente nos hacen un flash de la meteo.

Todos embobados en la pantalla, lo único que vemos es una mancha roja y amarilla moviéndose por el sur de Suiza.

Mientras no para de llover, a más y a menos intensidad, escribo esto y lo único que hago es decir de irnos a Bleau.

La estampa no puede ser de lo más desalentadora, lluvia por doquier, bosques húmedos, y cimas de paredes y piedras cubiertas de vegetación, llevamos 13 horas viendo llover.

Son las 22:11, después de pasar unas horas en Bellinzona y poder hacer una cerveza, volvemos al camping de Claro, cuando nos disponemos a preparar la cena, llueve pero poco, en cosa de 10 minutos ha empezado a llover al ritmo de cataratas, nuestra tienda parece un colchón de agua, por su base se desliza agua sin parar por tres puntos diferentes.

Una de las varillas de las que soporta el avancé lo utilizamos a modo de puntal, desde dentro de la tienda, falcado en su base con un bote de Cola-Cao y una bamba, en su parte superior una esponja de fregar, para que no se acumule agua en el techo y se deslice, hacia uno de los lados.
Para evitar que el agua circule por el interior de la tienda, ponemos botellas de cerveza y así levantamos el suelo, y el agua circula por debajo y sale por el otro lado de la tienda.

Un desastre, 17h 30 min. sin parar de caer agua del cielo, aquí les sobra agua y hay países que les falta.