martes, 30 de agosto de 2011

Innovando

Foto y propiedad: Jaume Garcia Caro

Ya volvemos a la rutina, entrenar, ir al plafón, diseñar, etc, etc, y se suma innovar, como le prometí ayer a Met hoy iría a ayudarle a acabar el nuevo juguete que ha importado desde Frankenjura.

Lo que veis abajo, nos hemos pasado la mañana acabando de hacer agujeros, repasar, pulir, y dejar listo para poderlo utilizar, es esta especie de campus, pero en el que se trabaja sobre todo los brazos y no los dedos como el trabajo de campus, bloqueos a un brazo, sacar el palo del agujero e insertarlo en otro, puedes cruzar, subir recto, realizar bajadas, o tan solo hacer dominadas desde el punto que desees mas lejano hasta el mas cercano, un universo de posibilidades.

lunes, 29 de agosto de 2011

Menorca Summer 2011 (Apnea 8b+, boulder, arte con piedras)

Escribo esto sentado en una terraza de un bar, con vistas al mar desde Menorca y mirando a Mallorca desde el sur de la isla, el Cap d’Artruix se ha convertido en nuestro hogar estos quince días. Y la contractura que tengo en el trapecio en el lado derecho que hace dos días que me dura no me permite hacer mucho, así que en soledad mientras Laia disfruta de los últimos coletazos del verano, hago repaso de mis días en la isla de Nura.

Menorca es nuestro pequeño amor, nuestro retiro, parte de nuestros recuerdos, aquí tenemos familia y amigos, de aquellos que visitas cuando se puede, puede pasar un año, o quizás cuatro o cinco. Aquí las emociones y el tiempo toman otra dimensión, no sé el ¿por qué? Pero sé que es así.


Siempre que podemos nos escapamos y siempre acabamos descubriendo aquel rincón que no conocíamos, siempre vuelvo con el espíritu renovado y más humano, tampoco sé el ¿por qué? Lo que sí sé, es que un día estuvimos ya con las maletas hechas y el billete comprado a punto de venir a vivir a la isla, por esa razón tiene algo que te hace olvidar los problemas banales, aprendes a ser feliz.

Aquí siempre descubro alguna piedra y textura que no conocía, de ahí la cámara viene cargada de macros inspiracionales que a lo largo de los próximos años me van a servir como fuente de inspiración para mi trabajo.

Como es habitual en nuestros viajes a la isla, no pueden faltar ni el crash-pad ni la cuerda, aquí he dejado verdaderas joyas y la escalada se desarrolla de una manera diferente, si más no el marco donde se sitúan las rocas y paredes ya es maravilloso, y la soledad es patente un día y otro.


He pasado diferentes épocas de fanatismo, y todas las he vivido lo más intensamente que he podido, la obsesión por el grado, la obsesión del bloque, la obsesión aperturista, etc, etc, pero hace unos años que vivo la escalada de una manera diferente, más intensamente que en los orígenes, buscando rizar el rizo y buscando la plenitud personal con la actividad de cada momento, más por el estilo que por la actividad en sí, aunque esta última siempre es una finalidad también.

El buen estado de forma al que he conseguido llegar me hacía plantearme otra vez retos de dificultad, no solo del agua vive el hombre en Ses Illes, mis entrenamientos son muy anárquicos, tanto como las disciplinas que puedo llegar a realizar, pero en eso reside mi motivación, en buscar la polivalencia, así que después de perder 14 kg de peso, de puro bloque y potencia y sentirme flotar, es hora de volver a subir el listón personal. Mi objetivo del viaje, escalar lo que pudiese y combinarlo con más días de relax que escalada, así que tenía que intentar minimizar los esfuerzos y racionarlos bien, el Sector Jamaica (de Cavalleria) el cual aún no conocía, era una buen lugar al que destinar esfuerzos, ocho son las vías que hay en el sector desde 6c (1) hasta 8b+ y un proyecto que sube de forma directa a la reunión de Blanca nieves y los 7 adictos, y el objetivo era dejar las cintas puestas los quince días en el sector hasta finiquitar sus vías , especialmente la vía Apnea 8b+, una vía que surca una plancha ligeramente desplomada en el extremo derecho del sector y a la derecha de Tropezones 7b+.

El primer día después de hacer más del 35% de las vías del sector a vista, decido montar Apnea 8b+, aprovechando que bajo de su vecina Tropezones 7b+, y recordando las palabras de Kalvin, “Pelele, creo que la mejor manera de probar la vía sería de arriba hacia abajo” y de esta manera recordando las instrucciones de mi amigo en la distancia y descifrando el puzle de fuerza/resistencia que me espera y pensando que la vía era más fácil de lo que me esperaba inicialmente, hasta que al llegar a la cuarta chapa y hasta tocar el suelo veo que es un infierno de movimientos laterales sobre presa pequeña pero de pinza abierta sobre movimientos de bloque, pero sé que si resuelvo la entrada y chapo la cuarta, tan solo falta apretar hasta la cadena (solo, iluso de mi).

Allí se quedan las cintas colgando en el vacío, mientras la humedad y el viento las golpean los siguientes dos días. Otra vez de vuelta junto a Laia al sector, esta vez sin nuestro perro Güllich, de momento no tiene la habilidad de escalar y destrepar para llegar a pie de vía. Las primeras sensaciones sobre la vía son horribles, todo ha cambiado, el parabolt que se mueve, el parabolt oxidado, los invertidos se me hacen malos y resbalan, se ha convertido en un infierno, humedad, calor sofocante,” mierda!!!!!!, no la haré!!!!”, toda matizada y lista para sentencia, pero dudo mucho sobre si podré hacerla, decido quitar las cintas aunque Laia me insiste que las deje, siempre puedo volver a ponerlas, “y si llueve y si, y si, y si” , tan solo me queda esta vía y un corto proyecto y una vía llamada Meteora 8a+ que la acabare dejando para otra visita.

Todo el camino de vuelta al coche hacía la Carretera del far, mientras nos pega el sol de lleno sobre nuestras cabezas, no paro de pensar en el paso de la pequeña chorrera e invertidos, es aleatorio, hay un pie que es de confianza y truco, Laia camina lejos detrás de mí, atravieso aquel paisaje lunar, subo y bajo piedras, como las que sube y baja mi cabeza, afiladas como cuchillas de afeitar, imagino formas en sus rocas y me pincho con los grandes cardos que abundan en las ondulaciones del Far de Cavalleria,” vuelvo o no vuelvo?? Me pregunto una y otra vez, tengo muchos días”, hoy es el segundo día que escalo, tengo las pieles destrozadas, abiertas y doloridas….


Seguimos disfrutando de la isla, y como siempre nos vuelve a sorprender, una visita a la cala de La Vall hace que dejemos 21 problemas de Boulder para pasar una mañana haciendo Boulder en una cala con el agua Turquesa y los bloques situados a la sombra. Mientras mi cabeza no deja de pensar en Apnea, Joan me lleva una tarde a Llucalari, un lugar donde las posibilidades de apertura son una locura y la tónica son las vías cortas, todo lo contrario a lo que días atrás he estado haciendo, aún y así pasamos una buena tarde, recuerdo haber venido aquí hace nueve años pero no a escalar, aquí hay soledad, ni un alma al final del barranco y donde comienza la cala un vaivén del mar que nos acompaña toda la tarde. Me vuelvo a marchar con los dedos destrozados y un cansancio que aún me dura de días anteriores es más la motivación que mi dolor de piel. Le comento a Joan que la vía la veo infernal y que un día de estos tengo ganas de ir a conocer los bloques de Ferreries, ahí queda otro día en el aire para hacer una visita a esta pequeñita zona de bloque.




Una mañana diferente y creativa, toca trabajar, de esta manera y retrocediendo nueve años en el tiempo, donde en Binimel.la hice la primera obra que sirvió para la primera foto de Psyco, me dedico a crear en la playa de Binigaus una obra efímera, formada por siete pilares principales en forma circular y 365 piedras, una por cada día del año, muchas horas de reflexión, trabajando sobre el equilibrio y buscando el más difícil e imposible entiendo lo que empieza a fallar “un pie derecho, hay que rotarlo y podré coger el pequeño invertido en arqueo” siguen pasando las horas y la obra va tomando forma, hay momentos que parece que esto ha acabado pero falta algo, ahora sí, todo tiene armonía. Va y viene gente, hay quien se para a contemplar la obra, unos italianos de 60 años, hablamos, ”Dolomitas, fitas, ahhhh!! Si, precioso”, gracias. Una niña y su madre, ¿tienen Loctite?, No, solo mucha paciencia y equilibrio. Una pareja que viven allí, dan las gracias por estas esculturas, “es un regalo para los sentidos”. Nos marchamos, me sabe mal abandonarla allí, miro hacia atrás en varias ocasiones, es efímera, no durara mucho más, el viento, el temporal de mar, las inclemencias, harán que tome otra forma y acabe de volver a su estado original. Solo estas instantáneas quedaran para el recuerdo.

Una oportunidad más, vuelta a Apnea, esta batalla no puede quedar así, la motivación de Joan, los ánimos de Gelu, Met y compañía a través de Facebook, Laia y aquellos que siempre te dejan aquel comentario, aportan una dosis extra de motivación.

Caliento en Tropezones 7b+, y vuelvo a montar la vía, cepillado a fondo un poco de magnesio y el día ha cambiado, es gris, nublado, y las condiciones son buenas. Una primera toma de contacto y me hace resolver el Crux que tenía inacabado, equilibrio, rotando el pie,”¡ si, al suelo!” Ahora toca ir a por todas, pero los nervios y las prisas me pasan factura y me hacen saltar una presa clave que me deja tirado en la nada. Un pequeño descanso, un instante para cerrar los ojos y verte pasando la secuencia dura y me veo chapando la reunión, de esta manera empieza el ritual, magnesio y a correr por las primeras cuatro chapas, no vale pararse a coger magnesio, no hay tiempo, hay que ir rápido, el nombre de la vía define a la perfección el estado en el que se escala la misma, un poco apurado hago el dinámico a la pequeña chorrera le junto por la parte superior derecha, y puedo coger magnesio con la mano izquierda, el invertido ya me ha escupido varias veces, apertura de pie izquierdo un poco de bicicleta y cojo el invertido in-extremis, le junto a su derecha en el otro invertido pequeño pero franco, subo pies en la adherencia y en la mini regleta giro pie y me levanto de bíceps, me sale un grito desde el estómago y saco la mano izquierda al pequeño tridedo que corta, sin explicármelo lo cojo, ha sido un abrir y cerrar de ojos y pensando que no lo pillaba, me sale un “¡¡Cuerda!!” como si en esta expresión me fuese la vida, y tiro al derecho bueno sin chapar con la cinta bastante abajo, decido chapar, la vía está prácticamente hecha solo falta aguantar y no hacer el tonto a lo largo de las cintas que quedan, las pulsaciones bajan, toda la intensidad que arrastro pierde fuerza, me queda una escalada muy mecánica, tan solo un paso largo, pero sé que allí no caigo, voy chapando y sonriendo, me siento feliz, chapo la cadena de Apnea 8b+, hacía tiempo que no me sentía tan absorbido por una vía de estas características, tan solo hay que encontrar el momento, no es acumular vías ni bloques de dificultad, si no sensaciones, como estas que te enseñan a conocerte.






































Unas horas después junto a Joan iríamos al sector de Boulder de Ferreries, un buen colofón para lo que dio de sí el día. El sector de Boulder de Ferreries en una franja de Rodeno que recuerda al Sector techos en Albarracin, este está situado debajo de la ermita de Ferreries, desde el cual escuchamos el Jaleo de los Caballos de las fiestas de Ferreries y donde las casas blancas y uniformes del pueblo toman una visión mágica cada vez que nos subimos a la parte superior de un bloque.




Tarde muy fanática de correr de bloque a bloque sentirse muy fuerte resolviendo la mayoría de problemas a vista o al flash, travesías de 12 movimientos sobre techos, bloques explosivos al límite dándolo todo, era como si la fuerza y la motivación fuesen perpetuas…




El resto de días los hemos destinado a relajarnos de una manera obligada, supongo que el esfuerzo ha provocado la contractura del trapecio…

No nos cansaremos de volver a la isla de Nura, de conocer gente nueva y nuevas texturas de rocas, piedras y paredes.






Menorca es un lugar donde en ocasiones parece que el tiempo se hubiese parado si no fuese por el lujo y la ostentación que en ocasiones se intenta crear, pero aquí reside el encanto oculto de Menorca, donde se encuentran dos grandes reservas y cada uno es libre de elegir la que más le convenga y encaje con su carácter.

“Menorca, reserva de la biosfera o Menorca, reserva de la billetera.”

Menorca Agosto de 2011